Un estudio realizado por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, indicó que en 2020 el Gobierno nacional invirtió 9.200 millones de dólares en el sector de defensa. De acuerdo con el informe Colombia ocupó el puesto 26 entre los países con mayor gasto militar en el mundo. Lo que además de convertirlo en el cuarto país de las Américas con mayor gasto militar, lo posiciona en el puesto número dos de América Latina.
Frente a esta situación la oposición en cabeza de Iván Cepeda y María José Pizarro se pronunciaron y señalando que recortando una parte de ese presupuesto y usándolo en algunos temas que urgen actualmente en Colombia podría sobre llevar mejor la crisis, por lo que se unieron a la campaña mundial contra el gasto militar, que se creo en 2014 y es dirigida por la Oficina Internacional por la Paz.
Por ello, en el marco de la campaña 33 congresistas y Angelo Cardona de la Oficina Internacional de la Paz, solicitaron al presidente Iván Duque que en lugar de gastar un billón de pesos en armas, ese dinero se destine al personal de la salud y a comprar vacunas contra el COVID-19.
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“Esta campaña tiene sentido en cualquier momento pero especialmente en las condiciones de la pandemia, no podemos seguir fabricando y comercializando con armas en lugar de salvar vidas”, señaló el senador Iván Cepeda. No es el primer año, que los representantes se unen a la campaña, pues incluso el año pasado le pidieron al gobierno junto con otros 28 parlamentarios que se redujera y se transfiera un billón de pesos para ser invertido en el sistema hospitalario, a lo cual el ministerio se comprometió a destinar 100 mil millones de pesos. Este año junto con 33 representantes renovaron la petición al Gobierno nacional con el fin de hacer frente a la crisis que esta viviendo el país. “La reorientación de parte de esta inversión militar hacia el fortalecimiento del sistema de la salud podría ayudar a salvar vidas. El Gobierno Nacional debe establecer prioridades poniendo por encima la salud de la población”, recalcó.
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La representante María José Pizarro, señaló que no se tiene claro si el Gobierno le apuesta a una política de paz integral o a una política que continua la guerra. “Por ejemplo, no se han protegido de forma eficiente las vidas de los lideres y lideresas sociales que siguen cayendo de manera reiterada. En lo que va del año van 31 masacre que registra 113 muertos. Lo que demuestra que toda la inversión en seguridad no ha servido para proteger a la gente ya las comunidades”, comentó la representante. Además agrego que «es más importante un hospital que un tanque de guerra, esas son las lecciones que nos debía haber dejado esta pandemia, deberíamos estar construyendo un pacto por lo fundamental».
Por su parte, Angelo Cardona, representante para América Latina de la Oficina Internacional de la Paz, comentó que Colombia se disponía a adquirir 24 aviones de combate que costarían 4.500 millones de dólares, “El centro de estudios para la Paz de Barcelona en España hicieron la investigación determinaron que, en caso de que Colombia decidiese adquirir vacunas de Janssen, Astrazeneca, Pfizer y Sinovac y se destinarían recursos para negociar con esas farmacéuticas, con ese presupuesto podría estar adquiriendo alrededor de 300.000 vacunas, lo que significaría que se podría estar salvando a 150.000 personas”, indicó.
Como parte de la campaña también se ha movilizado la petición ciudadana en change.org “Menos armas! más salud y protección social” impulsada por Marco Romero, de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) en la que se solicita a los gobiernos del mundo reducir parte de su inversión en el sector defensa con el objetivo de fortalecer el sistema de la salud. La petición ha sido firmada por más de 130.000 ciudadanos incluyendo líderes políticos, periodistas, artistas, y académicos.
La acción de los congresistas colombianos de solicitar la transferencia de un billón de pesos colombianos del sector defensa al sector de la salud como iniciativa para solucionar la crisis generada a raíz de la pandemia en el país suramericano sienta un precedente para que otros parlamentarios del mundo unan sus voces y exijan reducciones del gasto militar.